Entrevista a Germán López Lara, responsable técnico del sector Energía y Medio Ambiente en Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA) y socio de AIHRE
Germán López es responsable técnico del sector Energía y Medio Ambiente en Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), fundación privada con 20 años de experiencia impulsando la innovación empresarial en sectores estratégicos. Con más de 185 empresas miembros, CTA cuenta con una actividad internacional destacada como socio de referencia en proyectos de innovación en colaboración. En su historia, la fundación ha participado en más de 65 proyectos internacionales, tanto financiados por la Unión Europea como por organismos multilaterales, y ha colaborado con más de 500 entidades de 45 países. En el proyecto europeo AIHRE, CTA lidera las tareas de difusión y comunicación, con el objetivo de dar visibilidad a sus avances y fomentar la participación de agentes clave del territorio.
- En grandes líneas, ¿podría contarnos qué es el proyecto AIHRE, del cual usted es miembro?
AIHRE es un proyecto financiado en el marco del programa POCTEP que promueve el desarrollo y la cooperación transfronteriza entre España y Portugal. Está centrado en el análisis e impulso del hidrógeno renovable en este espacio geográfico, en concreto mediante la potenciación de la colaboración entre los actores de las diversas cadenas de valor del hidrógeno renovable, entre los que se encuentran empresas, administraciones públicas, centros tecnológicos y universidades. Entre los objetivos perseguidos con esta cooperación destacan la consolidación del ecosistema de innovación, científico y tecnológico que contribuye a mejorar la competitividad empresarial tanto en España como en Portugal.
El consorcio cuenta con nueve entidades, cuatro portuguesas y cinco españolas, que tienen abundante experiencia tanto en el sector energético como en procesos de innovación tecnológica, de negocio y empresarial. Gracias a la cooperación entre los socios y a su extenso conocimiento, se están generando herramientas que ayudarán a que el hidrógeno renovable tenga un papel más activo en nuestra economía.
- ¿Qué papel cree que pueden desempeñar España y Portugal en el liderazgo europeo hacia una economía basada en el hidrógeno renovable? ¿Estamos en condiciones de ser referentes?
España y Portugal tienen una gran oportunidad de desempeñar un papel clave en una futura economía descarbonizada donde van a destacar como pilares básicos la electricidad, mayoritariamente de origen renovable, la eficiencia energética, las energías renovables y el uso de hidrógeno renovable. Ambos países disponen de un alto potencial de recurso renovable gracias a sus elevados niveles de irradiancia solar, así como la existencia de vientos constantes con velocidades moderadamente altas, además de un notable potencial biomásico. Estos recursos renovables están siendo mayoritariamente empleados en la generación de energía eléctrica y térmica que se destina a satisfacer parte de la demanda energética de industrias y edificios.
Sin embargo, la electricidad renovable puede también ser destinada a la producción de hidrógeno que bien sea consumido tanto en industrias que lo emplean directamente en sus procesos (producción de acero, de fertilizantes, en la industria química, etc.) o bien sea exportado a otros países europeos donde se consume tanto hidrógeno como sus productos derivados (metanol, amoniaco, etc.). Sirvan de ejemplo de procesos consumidores, de hidrógeno y sus derivados, los correspondientes a los núcleos industriales localizados en Huelva y en el Campo de Gibraltar, en torno a los cuales se está desarrollando el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde que va a permitir producir, consumir y exportar hidrógeno generado a partir de fuentes renovables. Este tipo de actuaciones, además de apoyar a descarbonizar la industria, reforzar la seguridad del suministro de energía, reducir la dependencia de combustibles fósiles importados e incrementar la autosuficiencia energética, va a atraer inversiones valiosas tanto en España como en Portugal, que van a permitir generar puestos de trabajo estables y de calidad en ambos países. La Península Ibérica, en este proceso de transición dinámica en el que nos encontramos, tiene la oportunidad de convertirse en un destacado centro de producción de hidrógeno renovable para Europa.
- ¿Qué sectores productivos o industrias en Andalucía están mostrando una mayor apuesta por este vector energético?
Entre los sectores industriales, la industria química, la del refino de petróleo y la agroindustria están liderando la adopción del hidrógeno renovable y sus derivados. Andalucía tiene la ventaja de contar con dos importantes núcleos industriales, en Huelva y en el Campo de Gibraltar, con empresas especializadas en actividades dedicadas a gases industriales, refino de petróleo, industria química, metalúrgica, generación de energía eléctrica, fabricación de insumos agrícolas y biocombustibles, etc. En estos núcleos se lleva consumiendo hidrógeno desde hace mucho tiempo, si bien es hidrógeno no renovable -fundamentalmente hidrógeno gris, ya que se genera a partir de gas natural mediante un proceso de reformado con vapor-, y varias de estas empresas consumidoras están seriamente comprometidas a sustituirlo por hidrógeno renovable.
En esta línea, recientemente se ha aprobado el proyecto ONUBA de MOEVE, que no solo va a reducir el consumo de hidrógeno no renovable en el Energy Park de La Rábida, sino que también va a contribuir a la descarbonización de otros sectores industriales. En este último aspecto, es conveniente destacar que el hidrógeno presenta una serie de características técnicas que le hacen atractivo para desempeñar un papel muy activo en la descarbonización de sectores de gran consumo energético, principalmente aquellos cuya electrificación resulta especialmente compleja como son el siderúrgico, los productos químicos, el transporte marítimo, el aéreo y el pesado por carretera. Además, también puede ayudar a estabilizar la red eléctrica equilibrando los desfases temporales existentes entre la demanda de electricidad y los momentos de generación eléctrica renovable de carácter intermitente, así como minimizando los vertidos de electricidad renovable que están aumentando en la actualidad.
- En su opinión, ¿cuáles son los principales retos que enfrenta el despliegue del hidrógeno renovable, tanto en Andalucía, como en el conjunto de España y Portugal?
Hay varios retos que han de ser solventados de cara a acelerar el despliegue del hidrógeno renovable. Tanto España (especialmente Andalucía), como Portugal han experimentado un avance significativo en potencia renovable instalada, sobre todo solar fotovoltaica y eólica en España, e hidráulica y eólica en Portugal. Esto ha permitido que más del 55% de la electricidad anual generada sea de carácter renovable en todas estas geografías durante 2024, llegando incluso al 80% en determinadas situaciones. Sin embargo, resulta fundamental invertir en redes eléctricas inteligentes y resilientes para permitir la integración efectiva de tecnologías renovables de carácter intermitente como la solar fotovoltaica y la eólica. Este aspecto es crítico de cara a no solo asegurar la estabilidad en el suministro de la electricidad, sino también para impulsar la producción de hidrógeno renovable a partir de la electrólisis del agua usando electricidad de origen renovable.
Adicionalmente, los trámites administrativos de acceso y conexión a la red eléctrica están suponiendo un obstáculo para el desarrollo de proyectos. En concreto, para facilitar la realización de estos proyectos se ha de avanzar en claridad normativa y simplificación administrativa.
También supone un importante desafío la escasez de hidrogeneras, así como seguir impulsando y acelerando la construcción o adaptación de infraestructuras gasistas como la Red Troncal Española de Hidrógeno, el corredor H2Med y los almacenamientos asociados. Sin el adecuado desarrollo de estas infraestructuras estratégicas se corre el riesgo de no aprovechar esta oportunidad en su totalidad, como ha pasado no hace tanto tiempo con otras tecnologías energéticas, tanto en Portugal como en España.
Por otra parte, aunque la tecnología de electrólisis es bien conocida y existen diversas alternativas (alcalina, membrana polimérica, óxido sólido…), se ha de seguir avanzando en la mejora de la eficiencia de conversión eléctrica a hidrógeno, en el aumento de la durabilidad de los electrolizadores, en el empleo de materiales más fácilmente disponibles, etc. En definitiva, se ha de seguir investigando e innovando con el objetivo principal de lograr reducir el coste para que los sistemas de producción de hidrógeno renovable resulten competitivos frente a los sistemas convencionales.
En el proceso de electrólisis se requiere tanto electricidad como agua. Anteriormente he comentado los retos asociados a la disponibilidad de electricidad procedente de fuentes renovables, así como la minimización de su consumo durante la electrólisis. Por ello y con relación al agua, se han de llevar a cabo actuaciones encaminadas a garantizar una gestión más eficiente, entre las que se encuentran el impulso a la desalinización de agua de mar empleando fuentes energéticas renovables, o el aprovechamiento de las aguas residuales. En particular en Andalucía, debido al bajo nivel de reserva de agua y a los períodos de sequía, cada vez más frecuentes, se ha de prestar especial atención a realizar una gestión eficiente encaminada a preservar la disponibilidad y calidad del recurso hídrico.
- Más allá de su potencial energético, ¿qué impacto cree que podría tener el hidrógeno verde a nivel económico y social en nuestro territorio?
La producción, uso y transporte de hidrógeno renovable y sus derivados no solo representa una solución energética que contribuye a la descarbonización de la economía, sino una oportunidad transformadora para el tejido económico y social de Andalucía, España y Portugal. Así, su impacto repercutirá positivamente tanto en reforzar la actividad industrial como en la creación de empleo en estas geografías.
En Andalucía, el hidrógeno renovable se perfila como un vector que puede contribuir a descarbonizar la industria y, en particular, revitalizar aún más los núcleos industriales de Huelva y el Campo de Gibraltar con un importante tejido empresarial comprometido con la descarbonización en sus procesos y consumos energéticos. El desarrollo del Valle Andaluz del Hidrógeno Verde va a representar una inversión en torno a 3.000 millones de euros, estimándose que se crearán alrededor de 10.000 empleos, de los cuales 1.000 serán directos. Ya se están promoviendo programas formativos para jóvenes y trabajadores locales, lo que ayudará tanto a elevar el nivel de cualificación de estos como a dar adecuada respuesta a las necesidades de perfiles requeridos por las empresas.
Al mismo tiempo supondrá un importante impulso a las pymes andaluzas, que podrán beneficiarse de este contexto que se va a generar en torno al ecosistema del hidrógeno renovable, desde empresas con actividades centradas en plantas renovables o en fabricación de componentes, hasta ingenierías y actores especializados en construcción, mantenimiento o en servicios auxiliares.
En definitiva, las perspectivas son positivas, ya que el hidrógeno renovable tiene capacidad para generar empleo de calidad, atraer inversión, así como para fortalecer la actividad industrial. Sin embargo, para que este impacto se materialice adecuadamente, va a ser clave acompañarlo de herramientas que faciliten las inversiones, así como desarrollar programas de formación especializada que permitan disponer de trabajadores cualificados.
- Para terminar, ¿le gustaría compartir alguna reflexión sobre la importancia de iniciativas colaborativas como AIHRE?
El hidrógeno renovable posee un importante potencial transformador para el sur de Europa, y proyectos colaborativos como AIHRE aspiran a ser catalizadores en esta transición. Con medida de apoyo hemos puesto en marcha el denominado Ecosistema AIHRE, que tiene el objetivo de desarrollar una comunidad con los actores comprometidos con la promoción del uso de hidrógeno renovable en el espacio transfronterizo entre Portugal y España. Los miembros de esta comunidad, en la actualidad más de 70 entidades, tienen acceso a información sobre eventos relacionados con el hidrógeno renovable, participan en talleres y sesiones de networking, y se encuentran localizados en un mapa interactivo en el que se muestran sus capacidades e intereses con el objetivo de aumentar su visibilidad y facilitar futuras colaboraciones.
Sirva de ejemplo este Ecosistema AIHRE para mostrar las ventajas que implica apoyar iniciativas de colaboración en este sector, ya que se desarrollan sinergias que ayudan a fortalecer las cadenas de valor del hidrógeno renovable, que es un vector energético que ha llegado para quedarse y que presenta una gran oportunidad para España y Portugal de cara a, además de fortalecer una industria sostenible y generar empleo cualificado, convertirse en actores relevantes en la producción y exportación de hidrógeno renovable y, por tanto, en la transición hacia un modelo energético más descarbonizado, distribuido, autónomo y sostenible.